Elaboras cerveza artesana y quieres cultivar tu propio lúpulo? Eres amante de las plantas y quieres tener alguna planta de lúpulo en tu jardín? En este post encontrarás algunos consejos sobre el cultivo del lúpulo, una planta que no te dejará indiferente. Por su fuerza y resistencia, por su belleza,… y sobre todo por sus aromas!
Donde plantar?
Tierra:
La planta de lúpulo necesita una tierra fértil y que drene bien. Evitaremos zonas donde el agua tenga tendencia a estancarse después de la lluvia, o si plantamos en una maceta, pondremos una capa de graba al fondo para asegurar un buen drenaje.
Antes de plantar, aprovecharemos para trabajar y airear bien la tierra, e incorporaremos compost de buena calidad o estiércol bien maduro.
Luz:
El lúpulo quiere luz y horas de sol para hacer una buena floración. Aunque no hay que olvidar que nos encontramos al límite meridional de la zona de distribución natural de un planta que crece bien en países como Alemania o Inglaterra. Así pues, en nuestra zona podría incluso tener exceso de insolación si la plantamos por ejemplo junto a paredes blancas orientadas al sur.
Estructura:
Es una planta trepadora que crece en espiral rodeando otras plantas para buscar la luz. Es necesario pues darle un apoyo por donde trepar. Cuánto más crecimiento vertical pueda desarrollar la planta, más floración tendremos. A partir de aquí, cada cual tiene que utilizar su ingenio según las posibilidades físicas de su espacio.
Una opción muy corriente es atar cordeles desde la base de la planta hasta un soporte elevado, como la barandilla de un balcón. Si disponemos de 5 o 6 metros de altura, pondremos 2 o 3 cordeles por planta, separados 1 metro en la parte alta, dejando que se enreden 2 o 3 brotes o tallos en cada cordel. Si tenemos 3 o 4 metros, pondremos 4 o 5 cordeles, para repartir el crecimiento, y siempre con 2 o 3 brotes por cordel. La separación en lo alto de los cordel es necesaria para evitar que los brotes laterales que crecerán a mediados de verano se enreden entre ellos. El alambre no es aconsejable puesto que con el sol se calienta y puede quemar la planta.
Otra opción, si no disponemos de un punto elevado donde atar los cordeles, es utilizar malla como las que se usan en los huertos para las judías o del estilo de una red de portería de fútbol. Colocamos malla muy tensada entre dos árboles o dos apoyos y hasta unos 2 metros de altura. La planta utilizará todos los ejes verticales de la malla o red para trepar y creará una capa densa de vegetación sobre toda la estructura.
En cualquier caso, si tenemos pocos metros de altura, podemos cortar las puntas de los tallos cuando estas superen la parte mas alta del soporte, propiciando así el crecimiento de las ramas laterales que son las que realmente producen las flores de lúpulo.
Por otro lado, si plantamos cerca de una pared, hay de dejar espacio suficiente entre esta y la estructura para permitir una buena ventilación y evitar también el rozamiento de la planta con la pared.
Viento:
El viento es un factor importante a tener en cuenta. Fuertes vientos a la primavera pueden romper la punta de los tallos, atrasando el crecimiento vertical, y en verano pueden resecar demasiado la planta y las flores e incluso hacer caer la estructura cuando la planta pese mucho. En regiones con vientos fuertes y frecuentes, plantaremos en puntos protegidos de estos.
Brisas y vientos suaves, en cambio, son convenientes para la buena salud de las plantas puesto que acortan los periodos húmedos posteriores a la lluvia o el rocío. Así pues intentaremos plantar en lugares muy ventilados y evitaremos rincones húmedos donde tendríamos más problemas con hongos parásitos.
Cómo plantar?
Haremos un agujero en la tierra 5 o 10 centímetros mas profundo que la longitud de las raíces de nuestra planta de lúpulo. El tamaño y la forma de esta dependen mucho de la variedad y el origen. Colocamos la planta en el agujero intentado que las raíces centrales queden en posición vertical apuntando hacia abajo. Seguidamente taparemos con tierra hasta que la corona de raíces quede enterrada unos 10 centímetros. Si la planta ya presenta brotes blancos, estos también deben quedar cubiertos de tierra. Opcionalmente podemos poner una última capa de 2 o 3 centímetros de tierra negra o compost encima que ayudará a retener la humedad del suelo.
Si plantamos más de una planta, dejaremos un metro de distancia entre ellas si son de la misma variedad (o más si el espacio lo permite) y preferiblemente 1,5 metros o más si son de variedades diferentes.
Cómo cuidarlas?
Agua:
El lúpulo necesita bastante agua durante la época de crecimiento, pero hay que tener siempre presente que no le gusta la tierra encharcada. La regularidad del riego dependerá mucho del clima y del tipo de terreno. Regaremos poco y a menudo la primera temporada, y sobre todo las primeras semanas, cuando todavía tendrá pocas raíces y poco profundas, como si se tratara de una tomatera. Las plantas adultas, en cambio, tendrán raíces muy profundas, y por lo tanto haremos riegos más abundantes pero distanciados en el tiempo, como con los árboles frutales.
Siempre al regar debemos evitar mojar la planta y salpicar con tierra mojada las hojas bajas, puesto que esto facilita la aparición de hongos.
Entutorado:
Cuando los nuevos brotes alcanzan una longitud de dos palmos, los tenemos que ayudar a enredarse por los cordeles, girando siempre en el sentido de las agujas del reloj. Cuando ya tengamos 2 o 3 tallos entutorados por cada cordel, si salen más brotes los cortaremos. Si nuestro soporte es una malla o red, entonces dejaremos unos 5 o 6 brotes por planta y cortaremos el resto.
Enfermedades:
Los problemas más comunes con el lúpulo son debidos a los hongos (mildiu y oidio), el pulgón y la araña roja. Para todos ellos lo mejor es la prevención. Para evitar la aparición de hongos, hay que evitar la humedad: cómo ya hemos dicho, dejar espacio entre plantas para facilitar la ventilación, no mojar las hojas al regar,… Y también ayudará si cortamos las ramas y hojas mas bajas que estén cerca del suelo.
Contra el pulgón y la araña roja el mejor remedio son sus enemigos naturales, por eso evitaremos el uso de insecticidas que eliminarían también a sus depredadores. Las mariquitas y sus larvas son eficientes devoradoras de pulgones, por lo tanto las llevaremos sobre nuestras plantas siempre que encontremos alguna por el patio o el huerto.
Siempre que encontremos alguna hoja o brote con aspecto extraño lo arrancaremos antes de que el problema avance. Si quieres puedes enviarnos una fotografía para intentar identificar el problema.
Los tratamientos a base de extractos de plantas, como los purines de ortiga o consuelda y las infusiones de cola de caballo, van muy bien para las plantas de lúpulo. Este es un tema un poco extenso para tratar aquí, pero podéis encontrar mucha información en internet.
Poda:
En otoño, cuando las plantas no conserven ninguna hoja y se hayan secado completamente, cortaremos los tallos a 5 centímetros del suelo. Y a finales de invierno o principios de primavera podemos desenterrar alrededor de estos tallos y cortar toda la parte seca del año anterior hasta llegar a la parte tierna de la raíz, lo cual fortalecerá la nueva brotadura.
I finalmente… la cosecha!!!
Si todo va bien, pasado el solsticio de verano la planta empezará a formar nuevos brotes “peludos” en las ramas laterales… Felicidades! empieza la floración! En pocos días estos pinceles se convertirán en conos con un polvo en el interior de un color amarillo cada día más intenso: la lupulina.
Cosecha:
Dependiendo de la variedad y las condiciones meteorológicas, las flores de lúpulo madurarán entre principios de agosto y medios de septiembre. Como reconocer el punto óptimo de la maduración del lúpulo? En internet encontraréis muchas “teorías” sobre cómo cambia la textura, el color o incluso la forma de la flor cuando esta madura. Pocas son realmente fiables, puesto que otros factores como el viento o la carencia de agua también pueden afectar al aspecto de las flores.
Finalmente, la mejor herramienta para decidir el momento de la cosecha del lúpulo será tu olfato. Abre una flor por la mitad, frótala fuerte entre las dos manos y huélela. Al principio los conos olerán a hierba fresca, pero gradualmente este olor irá disminuyendo y aparecerán otros olores más intensos y particulares. A partir de entonces debes estar atento y comprobar el olor casi diariamente. Sé paciente, puesto que los olores irán aumentando. Pero no te despistes! si el color verde de las flores empieza a amarillear ligeramente, como las judías tiernas cuando ya no son tiernas, quiere decir que ya las tendríamos que estar cosechando, y si en el interior huelen a ajo, significa que ya es demasiado tarde…
Secado:
Utilizar flores frescas recién cosechadas para elaborar cerveza es un lujo que sólo aquellos que tienen plantas cerca se pueden permitir. Aprovéchalo! si tienes demasiada cosecha para utilizarla de una vez y necesitas secarla para que se conserve hasta la próxima elaboración, ponte en contacto con nosotros y os asesoraremos sobre el secado en función de tus posibilidades técnicas.
Y de momento esto es todo. Sólo nos queda decirte que estamos muy agradecidos de poder compartir contigo nuestra pasión por esta planta tan especial, y deseando también que compartas con nosotros tu experiencia!
En Lupulina.Cat te lo ponemos fácil: si quieres comprar plantas de lúpulo visita este enlace.
Hasta pronto!
Jordi